Después de hacer un repaso mental de mi vida, me doy cuenta de que funciono por "momentos de iluminación". Un momento del día, sin que ocurra nada especial, ni haberme puesto a pensar algo a propósito, de repente, me doy cuenta de algo que no se me había ocurrido hasta ese mismo instante (de ahí lo de momento de iluminación).Justo esto me ha ocurrido hoy. Era consciente de mi reticencia al cambio, algo que se ha hecho patente en mi en los últimos años, pero nunca había llegado a saber cual era el motivo de este cambio en mi forma de actuar. Hoy he sido consciente de que mi freno al cambio viene dado por el temor a las consecuencias, por lo que si no hay cambio, no tendré que afrontar las consecuencias de nada, todo sigue igual... Hasta que las circunstancias cambien, pero no porque yo lo busque, si no que el cambio ha de ser externo y entonces no me quedará más remedio que adaptarme a la nueva situación.
A continuación he pensado tres cosas más:
1. Que bien averiguar el por qué de ciertas actitudes de uno mismo.
2. Que listo es nuestro propio cuerpo, que sabe las cosas antes que nuestro cerebro.
3. Que triste lo mio...
(Image: Evgeni Dinev / FreeDigitalPhotos.net)
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